
Un Boca inspirado en el comienzo versus un River erratico que acabo siendo un tiro libre y un mano a mano, la imagen que queda del partido fue el golazo de Palermo por parte de Boca, y por parte de River... SUS HINCHAS FESTEJANDO UN EMPATE.
Ante la ausencia de Juan Román Riquelme, con una lesión en la planta del pie, Boca apeló al juvenil Cristian Chávez, que generó peligro cada vez que se juntó con Nicolás Gaitán, para poder abastecer a la delantera conformada por Rodrigo Palacio y Palermo.
River esbozó un tibio ataque con pelotas paradas y lo más "riesgoso" fue un cabezazo de Cristian Fabbiani ante un envío de Gallardo.
Se notó desde el arranque que el físico del colombiano Radamel Falcao García no tenía la suficiente capacidad como para aguantar el partido, dado que estuvo en duda hasta horas antes del superclásico por una contractura, aunque el goleador de River puso amor propio para aguantar.
Boca tuvo la jugada más clara con una entrada de Gaitán por izquierda, a los 3´, que Vega tapó con los pies, en gran forma.
River careció de un conductor de juego, porque Gallardo no tuvo respuestas futbolísticas ni físicas para desnivelar, mientras que Boca no sintió la falta de Riquelme, aunque con el "10" en cancha el "xeneize" hubiera tenido mayor profundidad.
El partido se hizo entretenido y a la vez intenso, porque Boca apostó a la consabida fórmula del colombiano Fabián Vargas y Sebastián Battaglia en el mediocampo, con las buenas escaladas de Claudio Morel Rodriguez y Hugo Ibarra por los laterales.
A ese panorama River le puso un "doble cinco" conformado por Nicolás Domingo y Oscar Ahumada, pero sólo pudieron ser interesantes durante 25 minutos, ya que luego Boca dominó ese sector del campo de juego a gusto.
Un cabezazo de Palacio, tras una buena escapada de Gaitán por derecha, que Vega contuvo en dos tiempos, fue otra jugada de criterio que tuvo Boca a su favor.
En el segundo tiempo el juego ganó en intensidad y los entrenadores supieron leer muy bien las diferentes variantes que le generó el partido. Debió aparecer el eterno Palermo para poder desnivelar el marcador, y con un tremendo remate desde 35 metros -recto al arco- hizo estéril la volada de Vega, que llegó a tocar el balón.
Boca estaba para más, porque dominaba el terreno y tenía el control del balón, pero ahí fue donde apareció la mano de Néstor Gorosito para darse cuenta que el equipo necesitaba oxígeno.
Mandó al campo de juego a Diego Buonanotte por el "gigante" Fabbiani, y a Mauro Rosales por el juvenil Gustavo Bou, y así logró equilibrar la mitada de cancha.
Una falta de Battaglia sobre Buonanotte, también recto al arco, le permitió a Gallardo hacer gala de su exquisita pegada y colocó el balón junto al ángulo superior derecho de Abbondanzieri para el 1-1.
De ahí en más fue River el que -con el aporte de Buonanotte- tuvo las mejores opciones, casi se podría decir que generó más en los últimos minutos que en el resto del partido. Un pase de Buonanotte dejó a Falcao García solo frente a Abbondanzieri, pero la definición del colombiano no fue del todo buena y el balón se perdió junto al palo derecho.
Los últimos minutos fueron de tensión, pero sin gran técnica, porque los nervios se apoderaron de los jugadores y ninguno quiso perder el partido, por lo que el empate les sentó bien.