lunes, 21 de diciembre de 2009

"Seria un sueño jugar con Riquelme"



Los Méndez somos nueve. Mi viejo José, mi mamá Elida y mis hermanos Daniel, Karina, María, Fernanda, Romina y Yanina. Y hay una mezcla de todos los equipos, je. Boca, River, San Lorenzo. Yo soy de San Martín de Mendoza, je. Mi viejo jugó ahí y es el club de toda mi vida. Pero ellos siempre me apoyan, se hacen hinchas del equipo en el que juego. Ahora quieren mucho a Central. ¿Si van a querer a Boca? Si me toca ir, seguro que lo van a querer un montón, je, je".

El teléfono no hace interferencias. Por más que haya 1.000 kilómetros de distancia, la risa de Jesús Méndez se escucha nítida, sin filtro. Desde Rivadavia, ese pueblo ubicado a media hora de Mendoza capital y que él reconoce como su lugar en el mundo, atiende a Olé luego de "tomar unos mates con amigos y de disfrutar con la familia". Aprovecha, cuenta, para "despejarse un poco" y "no volverse loco con tantas cosas que se dicen". Y aunque su discurso se lea reservado, cuidadoso y él ofrezca su eterno agradecimiento a Central, sus silencios y repetidas risas lo delatan. La verdad será dicha, entonces, sin más preámbulos: Méndez se desvive por jugar en Boca. "¿A quién no le gustaría?".

-¿Y qué te genera esta búsqueda?

-Es algo lindo que un equipo grande como Boca y que tiene jugadores importantes esté interesado en mí. La verdad es que es un orgullo.

-¿Te seduce la idea?

-(Silencio) Es que quizá no quiero hablar mucho por respeto a la gente de Central. Es un club increíble, la gente es muy seguidora. A pesar de que nos ha tocado vivir semestres malos, la gente nos ha bancado a morir. Es un club para quedarse a vivir. Mi deseo hoy por hoy es que si sale algo y es bueno para todas las partes se pueda llegar a un acuerdo. Si no, sigo siendo jugador de Central.

-¿Vas a hablar con el presidente Usandizaga para que te deje ir?

-Ya hablé con él la semana pasada y sabe lo que quiero. Si sale algo bueno para las dos partes, me iré.

-¿Pero puede haber algo mejor que Boca?

-(Risas). Obviamente que sería un paso muy importante, pero en Rosario son muy fanáticos, viste. Vos querés que me maten en Rosario, ¿no? Je je.

-No. Pero supongo que a cualquier jugador le gustaría ir a Boca...

-Sí, claro. ¿A quién no le gustaría? Pero todavía estoy en Central y me siento muy cómodo.

-Se dice que el tema de la claúsula que firmó Pablo Sabbag con Central podría ser una traba en la negociación...

-No tiene validez esa claúsula. Cuando me junté con el presidente me dijo eso.

-¿Qué sentiste cuando Riquelme te ponderó a principios del torneo?

-(Risas) Me dio una alegría bárbara. Al principio creí que era una joda, porque me lo habían dicho mis compañeros y pensé que me estaban jodiendo. Después lo vi en los diarios y me puso contento que un jugador como Riquelme dijera esas cosas de mí. Sabemos que es un fenómeno y un gran jugador. A mí me encanta como maneja la pelota, los tiempos, todo. Me gustan los jugadores de buena técnica.

-¿Sería un sueño jugar con Román?

-Sí, ¿cómo que no? Seguro que sería un sueño. Boca tiene jugadores que han ganado muchas cosas y que han demostrado lo grandes que son.

-¿Creés que tu pasado en River te puede jugar en contra?

-No. Soy un profesional. Ahí no tuve la oportunidad que me dieron Olimpo y Central, por ejemplo. Pero no influye en nada que haya estado en River. El fútbol tiene esas cosas. Son oportunidades que uno tiene que aprovechar.

-¿Sería una revancha pasar a Boca?

-No, para nada. Una revancha no. Me crié en River, me educaron como jugador y como persona. Uno siempre guarda recuerdos lindos de los lugares en los cuales creció.

-¿Y en Inferiores cómo te iba en los clásicos?

-Lo que pasa que es que yo llegué en Sexta y al principio no iba ni al banco. En mi categoría estaban Mascherano, Sambueza y era muy difícil ganarse un lugar. Me acuerdo de que jugué dos clásicos: uno ganamos 1 a 0 con gol de Menseguez, y el otro perdimos. Siempre jugábamos contra la categoría de Tevez, Cangele, Silvestre, Gastón Sangoy.

-¿Alguna vez te imaginaste que Boca te iba a ir a buscar?
-La verdad, sinceramente, no. Creo que a partir de este torneo, mi objetivo era poder jugar bien y mejorar el rendimiento. Uno no se espera las cosas que le van pasando.

-¿Qué diferencias imaginás entre Boca y River?

-Sabemos que son los equipos más grandes de la Argentina, mueven muchas cosas, con historia y jugadores muy importantes. En River no pude jugar mucho tiempo en Primera.

-Quizá sí se te da la oportunidad en Boca...

-(Silencio) Todavía soy jugador de Central. Tengo que presentarme el 2 de enero a practicar con el equipo.

-¿De qué jugás?

-Siempre lo he hecho de doble cinco, como en Central. Pero también me puedo tirar sobre la derecha. Eso se va viendo. Mis compañeros me cargan y me dicen que corro mucho, ése es mi fuerte. Sería un mixto. Cuando hay que jugar, juego, y cuando hay que meter, meto.

-Nunca saliste campeón. ¿Creés que en Boca vas a tener más chances?

-(Risas). Es que todavía no estoy en Boca. De chiquito uno siempre sueña con llegar a Primera, jugar en los equipos más importantes, la Selección y un Mundial. Si se da, voy a estar muy contento, y si no me quedaré cómodo en Central. Voy a dar el máximo en donde sea.

-Los colores de Central y Boca son parecidos...

-Sí, es verdad. Casualidades, ¿no? Je je.

2 comentarios:

Lola dijo...

feliz noche buenaa!!
saludos desde maxiargentina.com.ar

Mariano Mateuci dijo...

gracias amigo igualmente para vos!