Juan Roman Riquelme fue una de las figuritas destacadas del encuentro con Fluminense.
El 10 de Boca, llevo el papel protagonico de una de las semifinales de la Copa Santander Libertadores, donde talvez por capricho o como un intento de ruptura de la monotonia, Boca no pudo conseguir la victoria, pero esto va mas alla de la falta de definicion, en parte se debio a la brutal actuacion que tuvo el arquero brasilero, pero... otra parte se la atribuyo a un condimento que a veces, por suerte y tantas otras por desagracia, esta ausente en el futbol... LA JUSTICIA. Justicia que en la noche del miercoles, mostro bastos vestigios de ausencia.
El equipo dirigido por Carlos Ischia tuvo a sus disposicion mil y una ocasion, para liquidar a un palido Fluminense. Riquelme convertia el primer gol, tras una buena convinacion con Palermo que pone un pelotazo para Palacio, que solamente tuvo que servirla al centro del area para la entrada de Roman que con pierna derecha, empujaba el balon.. y desataba la algarabia de su gente. Posterior a eso, vendria el baldazo de agua fria, pelota parada... centro al area, cabezazo.. y nuevamente, CARENCIA DE JUSTICIA, el partido quedaba empatado.
Luego, comenzado el segundo tiempo... llego el monologo de Boca, las quinientas oportunidades que lograban convertirse en gol, sino hasta que el 10 sacara de la galera, un estupendo remate de tiro libre que pegaba en la barrera para conventirse en inatajable para el portero brasilero. Fue un momento cumbre en el partido, ya que Boca merecia ese momento... llegado ese gol, se me ocurrio pensar que vendria un tercero, pero un error de Pablito Migliore (por mi parte, lo perdono... se merece ser titular a muerte!) tras un remate de Tiago Neves, colocaba el resultado final... Un opaco 2 - 2 que tan solo sirve, para que los medios vuelvan a refutar a Boca Juniors y para que los verdaderos hinchas, tengamos algo porque soñar.
Gracias Riquelme!! Sos lo mas grande...
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