domingo, 7 de septiembre de 2008

Un resultado que no conforma


BUENOS AIRES.- En un partido que en el primer tiempo pareció conducirlo hacia un túnel oscuro, y que en el segundo pintó para una victoria apretada pero justa, el seleccionado argentino de fútbol estuvo muy lejos de jugar bien y no pudo pasar de un empate 1-1 ante Paraguay, con lo que ya suma cuatro fechas sin triunfos en las Eliminatorias para el Mundial de Sudáfrica 2010.

Gabriel Heinze en contra, a los 12 minutos del primer tiempo, marcó el gol de Paraguay, que conservó su liderazgo en el camino hacia la próxima Copa del Mundo, mientras que Sergio Agüero, tras una gran jugada de Lionel Messi, estableció la igualdad a los 15 de la etapa final.

Argentina, que no logró quebrar su racha de 35 años sin ganarle a Paraguay como local, jugó sesenta minutos con un hombre menos por la expulsión de Carlos Tevez y además perdió a Javier Mascherano, quien llegó a la segunda amarilla, para el partido del próximo miércoles ante Perú, en Lima.

La ilusión, esa que despertaron las corridas de Angel Di María por izquierda y la movilidad de Tevez desde el centro hacia la derecha del ataque, sumada a la decisión colectiva de jugar en campo rival, sufrió un duro revés a los doce minutos. Claudio Morel metió un pelotazo llovido, Heinze y Roberto Abbondanzieri se complicaron solos ante la arremetida de Nelson Haedo y el defensor la metió de cabeza contra su propio arco.

Abbondanzieri terminó con un corte en su rodilla derecha y entonces debió ingresar Juan Pablo Carrizo, quien respondió acertadamente cada vez que lo requirieron.

Lejos de insinuar una reacción, el seleccionado argentino cayó en un pozo del cual ya no podría salir en lo que quedó del primer tiempo. Di María desapareció, Tevez entró en un espiral de nervios que terminaría con su expulsión a los 30 minutos por pisarle la rodilla a Darío Verón, y los problemas en defensa recrudecieron de una manera inesperada.

Pero lo que más preocupó fue que, desde los cinco minutos y hasta el final de la etapa, Riquelme no se hizo cargo de la conducción y entonces la Argentina no tuvo ideas como para preocupar a la entonces segura defensa paraguaya.

Además de las carencias de imaginación dentro de la cancha, también faltó una mente fresca desde el banco, especialmente después de la expulsión de Tevez, cuando el equipo se quedó sin una referencia de ataque. Di María ya no era un factor de riesgo y parecía increíble ver a Riquelme parado casi como nueve, en la puerta del área.

La lógica demandaba el rápido ingreso de algún delantero, pero ello recién ocurrió en la reanudación, cuando Basile mandó a la cancha a Agüero por Di María.

Pero el triunfo parcial de Paraguay no sólo se había basado en los errores de la Argentina. El seleccionado visitante, especialmente después del gol, se mostró como un sólido adversario de mitad de cancha hacia atrás, y tuvo en Jonathan Santana y Nelson Haedo a sus individualidades más importantes.

Durante los primeros catorce minutos del segundo tiempo, el único cambio fue un leve retroceso de Paraguay en el campo, pese a lo cual Argentina no lograba llegar con peligro.

Pero a los 15 llegaría la jugada que modificaría el desarrollo posterior. Messi tocó para Riquelme, el "diez" de Boca le devolvió la pared y el rosarino habilitó en profundidad a Agüero, quien la cruzó al gol ante la salida de Justo Villar.

A partir de entonces, Arentina se adueñó del trámite. Riquelme se despertó, Messi consiguió un poco más de espacios para moverse y la movilidad de Agüero comenzó a preocupar a los defensores paraguayos.

Gracias a esta supremacía, contó con tres chances muy claras de gol entre los 24 y los 30: un cabezazo que Fabricio Coloccini cabeceó increíblemente afuera desde el área chica y después Agüero lo tuvo dos veces, una con un tiro cruzado y otra con un toque desde el área chica que se perdió alto.

Después de esa jugada, Paraguay se adelantó un poco más en el campo, la Argentina perdió fuerza en ataque y el juego ya no mostró más situaciones de riesgo. El empate, al cabo, se ajustó a lo que unos y otros ofrecieron en el desarrollo.

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