SHANGHAI.- Esta vez, llegó con menos angustia, pero otra vez, como en el debut, el grito fue en el final. El seleccionado argentino Sub 23 consiguió su clasificación a los cuartos de final del torneo olímpico de fútbol al vencer por 1 a 0 a Australia, en el estadio Nacional de esta ciudad, con un tanto de Ezequiel Lavezzi, a los 31 minutos del complemento, y, ahora, espera por su último partido del Grupo A ante Serbia, el miércoles próximo.
El equipo de Sergio Batista mereció el triunfo y dominó el match, aunque aún muestra algunos desacoples y falta de precisión en los metros finales. Una gran jugada colectiva en la que volvieron a encontrarse Messi y Riquelme le abrió el camino a la victoria, pero, seguramente, el equipo deberá mejorar de cara a la instancia decisiva del torneo.
La Argentina, que defiende el oro conseguido en Atenas 2004, tuvo ráfagas de buen juego, con varias situaciones de gol. En el segundo tiempo, Australia se replegó sobre su campo, cedió el protagonismo y lamentó el gol en el tramo final del partido, la misma dosis que recibió en el debut Costa de Marfil, cuando Lautaro Acosta convirtió, a 5 minutos del final. El seleccionado ya está en los cuartos de final, aunque resta definir si pasará como 1° del Grupo, posición que ostenta por ahora, o como 2°.
El partido. El seleccionado Sub 23 tuvo un solo cambio con respecto al debut exitoso ante Costa de Marfil. Nicolás Pareja no jugó desde el inicio por algunos mareos que tuvo previo al encuentro y su lugar fue ocupado por Federico Fazio.
La Argentina empezó mejor de lo que terminó el primer tiempo. Otra vez los mejores momentos del equipo se vieron en los esporádicos encuentros entre Riquelme y Messi, el hombre más desequilibrante del conjunto nacional.
El equipo de Batista presionó sobre el campo australiano en el inicio y fue peligroso ante un rival aparentemente más débil que Costa de Marfil. Iban sólo 7 minutos cuando Agüero hizo una buena acción por la izquierda, buscó por el medio a Messi y el rosarino definió por arriba del travesaño.
La sensación era que el gol argentino llegaría rápido. Sin embargo, después del primer cuarto de hora, el dominio se diluyó. A los 11, Mascherano remató desde afuera del área y el arquero Federici se estiró para enviar el balón al córner. Dos minutos después, Messi entró al área en velocidad y otra vez respondió el N° 1.
El árbitro húngaro Victor Kassai le cobró seis segundos al arquero de Australia y, de ese tiro libre indirecto desde adentro del área, Riquelme definió con potencia y apenas desviado. La Argentina sumó situaciones, pero no las concretó y los oceánicos recuperaron el balón y se les alivió el trámite del partido.
Celeski maniobró dentro del área y su intento terminó en córner. Thompson se fue solo contra Ustari y definió mal y desviado. Fueron dos avisos para la Argentina, que pudo abrir el marcador sobre el final de la etapa inicial, luego de una doble pared de Riquelme y Messi, que terminó con un remate apenas afuera del hombre de Barcelona.
El segundo tiempo. En el complemento, la Argentina tuvo otra ráfaga de llegadas en el comienzo. En sólo 3 minutos, Lavezzi pudo convertir tras un centro bajo de Monzón, un remate de Riquelme fue desviado por el arquero y otro disparo de Mascherano desde afuera del área se fue muy cerca: esta vez, pegó en la parte exterior de la red.
Australia se retrasó sobre su propio campo y la Argentina tomó el protagonismo, aunque sin precisión en los últimos metros. Batista apostó por Di María, que reemplazó a Agüero y se recostó sobre el sector izquierdo. El seleccionado casi paga caro un error de Fazio. Messi respondió con una buena acción individual y un remate desviado.
La Argentina merecía el gol del triunfo, pero el arco parecía cerrado. Hasta que, a los 31, el grito tan buscado llegó. Se encontraron Riquelme y Messi. La pelota derivó en Di María, quien desde la izquierda, buscó a Lavezzi, que definió cruzado al palo izquierdo del arquero para desatar el festejo.
Con el gol, el conjunto de Batista se tranquilizó y manejó la ventaja para conseguir su segundo éxito en dos presentaciones. El Sub 23 mejoró, pero aún le falta consolidarse como equipo.
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