"Siempre pienso que vamos a tener un final feliz", tiró Riquelme a un día del choque con Holanda por los cuartos de final de Pekín 2008. El enganche de la Selección se ilusiona con el oro, pero advierte: "Ganar la medalla no será fácil porque a Argentina la exigen más". El partido es mañana, a las 10, en Shanghai.
Arranca la hora de la verdad para la Selección Olímpica en Bejing. Tras el día de recuperación, el equipo de Batista tiene la mente puesta en el partido de mañana ante Holanda, por los cuartos de final. Y Riquelme, el capitán y emblema de Argentina, espera con ansiedad el choque que se jugará mañana a las 10 (hora de nuestro país) en el Shanghai Stadium. "Tengo una gran ilusión"", sostuvo.
"Estoy muy ilusionado, vamos a dar todo por ganar la medalla de oro en los Juegos", aseguró el enganche, quien volverá al equipo tras haber descansado frente a Serbia. Además, Román no esquivó referirse al probable duelo de semis ante Brasil. Y lejos de achicarse, sostuvo que confía en que esta vez la Selección podrá festejar. "Siempre pienso que vamos a tener un final feliz. Pero ganar la medalla no será fácil porque a Argentina la exigen más".
Riquelme, quien obtuvo con la camiseta argentina el Sudamericano y el Mundial Sub 20 en 1997, sueña con la medalla dorada para dejar atrás la frustración que fue perder con Brasil en la final de la Copa América de Venezuela. "Estos Juegos Olímpicos son especiales porque es mi primera vez y era el último torneo que me quedaba por jugar", contó.
Para el partido de mañana, el equipo tendrá un hincha de lujo: Diego Maradona, quien ayer viajó a Shanghai tras jugar con el showbol. Además de seguir lo que hagan Messi y compañía ante Holanda, Diego tiene pensado asistir a algún duelo de Las Leonas y de la Selección de Básquetbol. Por el momento, se prepara para ver a los once que Batista pondrá en cancha. Ustari; Zabaleta, Pareja, Garay, Monzón; Mascherano, Gago; Messi, Riquelme; Lavezzi y Agüero se perfilan para estar desde el arranque.
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